Precalienta el horno a la máxima temperatura que tenga con calor arriba y abajo.

Una vez haya subido la masa de pan, dividir en cuatro porciones iguales. Coge una de ellas y dale forma redonda. O bien, divide en dos y estira con la ayuda de un rodillo, hasta llegar al tamaño de la bandeja de horno.

Una vez estirada y colocada la masa sobre la bandeja escogida, la introducimos en el horno, lo mas abajo que nos permita nuestro horno pero sobre los rieles. Con esto nos aseguramos una masa fina de base crujiente.

Cuando vemos que se empieza a dorar, la sacamos del horno. Serán unos 5/10 minutos aproximadamente.

Untamos con la ayuda de una cuchara el queso de untar. Repartimos los quesos elegidos en la cantidad que nos guste y volvemos a meter al horno.

Esta vez, bajamos la temperatura a 220º y controlamos no se dore en exceso. Esto será poco tiempo, unos 5/8 minutos ya que al tener la base prehorneada ganamos tiempo.

Sacamos del horno, repartimos las láminas de almendra y la rúcula. 

Listos para disfrutar.